Lucas Platero: "Hay que escuchar a la infancia y la juventud trans"
© Esther Vargas,
Lucas Platero, Sin etiquetas,
Recuerda: No
estamos haciendo lo suficiente. Es posible que un gay no se quiera meter en el
lío porque piensa que es cosa de trans, y que las y los trans son menos, son
pocos. “¿Conoces alguno?”, me preguntó una amiga tan lesbiana como yo. A
algunos (ojalá pocos) heterosexuales el término les parece complejo y tampoco
sienten que deban preocuparse. Ni homosexuales ni heterosexuales parecen muy
comprometidos con la población trans, y esta indiferencia puede estar
propiciando una muerte o un intento de suicidio. Ahora mismo, mientras lees
este párrafo o das like a un meme.
Los y las trans
son las personas más vulnerables en el colectivo LGBTIQ. Raquel (Lucas) Platero Méndez, es un sociólogo español,
especialista en cuestiones de género, que ha publicado el libro
Trans*exualidades, el cual plantea una serie de cambios para una sociedad más
humana.
Platero plantea en
Trans*exualidades el fondo de una
realidad que pocos expertos abordan, pero felizmente ese panorama está
cambiando.
“La sensación es
que hay muchas ganas de saber más y de generar debates sobre los derechos
trans*. Estamos recibiendo muchos correos de personas que plantean que se
sienten solas o que necesitan apoyos en su entorno, que nuestra sociedad
necesita de más herramientas para entender las realidades trans”, dice, cuando
se le pregunta sobre el impacto que ha tenido el libro.
lucas_platero_trans
¿Cómo educar a un menor trans? Se siguen reportando casos de acoso
escolar, de suicidios, de familias que no comprenden. ¿Cómo deben actuar los
padres?
A las personas
adultas, profesionales y familias. nos toca apoyar y acompañar a las personas
trans*, esto quiere decir que tenemos la posibilidad de incidir positivamente
en sus oportunidades vitales. Con este apoyo y esos vínculos imprescindibles
posibilitan crecer como personas adultas equilibradas, libres y saludables, y
también son imprescindibles para las personas trans*. Yo entiendo el apoyo como
una toma de conciencia, que supone escuchar a la infancia y juventud trans* y
aprender con ellos, a cómo enfrentarse a los retos que una sociedad tránsfoba y
binaria como la nuestra nos plantea. Se trata de escuchar sus necesidades, ser
consciente de que las personas adultas podemos tener ganas de apresurar este
proceso o de generar certezas sobre la identidad de una manera temprana, y nos
toca enfrentarnos a que esas no son las necesidades de las personas trans*.
Las escuelas están muy atrasadas respecto a la educación y la
inclusión de chicos y chicas trans. Por ejemplo, en América Latina, dos
iniciativas han generado rechazo en sectores conservadores. En Chile salió el
cuento Nicolás tiene dos papás y se armó un escándalo, y en Uruguay, una guía
docente desató una polémica. ¿Cómo lo ves en Europa? ¿Qué deben hacer los
maestros?
Creo que en muchos
lugares se puede afirmar que la escuela no está apoyando a los menores que
tienen identidades o sexualidades no normativas, incluido también el Estado
español. El profesorado puede hacer cambios sencillos y concretos que facilitan
la participación de las personas trans*, como llamar a la persona por el nombre
que prefiere, reconocerla en su género, crear espacios mixtos donde solían
haber lugares segregados (baños, uniformes, actividades diferenciadas, etc.)… Y
se puede hacer sin la necesidad de señalar a las personas, o en ausencia de un
caso concreto a quien beneficiar. Es decir, que transformar nuestras escuelas
en lugares más flexibles y donde la diferencia sea parte de su riqueza. A veces
hablo del “escuelas seguras”, algo que entiendo como un objetivo o un
horizonte, en la medida que siempre existen conflictos podemos aprovecharlos
para generar momentos educativos.
Para tu libro entrevistaste a muchas personas trans. ¿Qué aprendiste
de estas conversaciones?
Para mí lo más
importante de estas conversaciones fue la capacidad de las personas trans* de
todas las edades para luchar y conseguir los cambios en su entorno para tener
vidas más vivibles. También fue muy importante darme cuenta que existe una gran
heterogeneidad en cómo se entiende la identidad, lo trans o el cuerpo, por lo
que me pareció especialmente adecuado usar el término trans* con asterisco,
sumándome a toda una corriente internacional que quiere señalar que estas
diferencias también aluden a la posibilidad de generar alianzas y acuerdos
sobre cómo conseguir cambios sociales que mejoren las condiciones de vida de
las personas trans* a pesar de sus diferencias.
Leía en Trans*exualidades que eso de decir “es una fase” es muy común.
Y creo que de allí parte la incomprensión. ¿Desde qué edad un chico o chica se
puede dar cuenta de que es trans?
La identidad se
construye a lo largo de la vida. Cuando aprendemos nuestra lengua materna es el
momento de darle palabras a quienes somos y cómo nos sentimos, en un proceso
que lleva toda la vida. Hay quien tiene recuerdos y manifestaciones desde
edades muy precoces, alrededor de los tres años pero también hay personas que
alcanzan una conciencia trans* mucho más tarde en la vida, todos los procesos
son igualmente válidos y respetables.
¿Qué le dirías a un chico o chica trans que está desesperado por la
transición y se encuentra solo, perdido y hasta piensa en la muerte?
Le diría que todas
las personas merecemos que nos quieran y nos respeten. Hay chicas y chicos con
todo tipo de cuerpos, genitales y aspectos. No hay una única forma de ser que
sea correcta o apropiada. También querría decir que la única persona que tiene
derecho a definirte eres tú misma, y si crees que no encajas en el género que
te dieron en el nacimiento, es importante que puedas explorar tus sentimientos.
Para ello necesitas el apoyo de alguna persona de tu entorno, si no hay nadie
en tu entorno, prueba con las asociaciones LGTB y derechos humanos, donde hay
personas adultas que te pueden apoyar. Allí podrás conocer a otras personas que
tienen sentimientos parecidos y que se han enfrentado a momentos críticos como
el que puedes estar viviendo. Fíjate que las personas trans* adultas tienen
vidas muy diversas, desarrollan muchas profesiones distintas y son tan felices
como aquellas que no son trans*.
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