El de la patadita (gilipollas del mes)
El de la patadita
se llama Mario García Montealegre y es reincidente. Que se sepa, con vídeo por
delante, hizo la gracia en otra ocasión hace dos veranos. A saber cuántas más
sin grabarlo para pasárselo luego a los amigos y palmeros que le hayan reído “la
gracia” todo este tiempo.
La familia lo
disculpa con un “estaba borracho y no sabía lo que hacía, le puede pasar a
cualquiera”. ¿También estaba borracho hace dos veranos? ¿y las demás veces que
haya ido por ahí haciendo ”gracias” sin dejar testimonio gráfico?
Los amigos se
dividen entre los que no ven qué hay de malo y explican el modus operandi (en
plan “este Mario es tremendo, hace este tipo de cosas para que nos echemos unas
risas”) y los que no lo justifican pero dicen que era muy buena persona y muy
buen estudiante.
L@s vecin@s dicen
lo de siempre: chico modelo que ayudaba con la compra a las vecinas, muy simpático
paseando al perro…
¿Pegarle a una
persona una patada para tirarla al suelo es de cárcel? En España no, pero debería
serlo. Mario García Montealegre está en libertad con cargos esperando a que la
justicia decida qué pasa con él. Desconozco qué cargos. Si estuviera en mi mano
(ya me ha entrao la vena “esto lo arreglo yo en cuatro días”) yo le metía un
buen paquete con el agravante de violencia de género ¿? Oye qué casualidad que
cuando se emborracha no le dé por pegarle patadas a tíos tipo armario empotrado
de tres puertas. Fíjate qué casualidad que en los dos vídeos que han salido a
la luz sólo ha ido a por mujeres.
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