Mar Esquembre Cerdá: 8 de marzo ¿trampantojo o cinismo?
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Esquembre Cerdá, Diario Información
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http://www.diarioinformacion.com/opinion/2015/03/08/8-marzo-trampantojo-o-cinismo/1607476.html.
Trampa
o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es». Este es el
significado del término «trampantojo», que proviene de la expresión «trampa
ante ojo». Es una palabra que me repiquetea en la cabeza cada año por estas
fechas al conocer muchas de las actividades que se programan desde las
instituciones para su conmemoración.
Si se
conoce el significado de esta fecha se observa fácilmente cuán tramposos pueden
llegar a ser estos actos y, sobre todo, muchos discursos.
El Día
Internacional de las Mujeres (no de la mujer, porque somos muchas y muy
diversas, aunque nos quieran encerrar en el mismo frasquito de esencia que
supone la normatividad femenina) es una jornada fundamentalmente
reivindicativa. Es un día para repasar la agenda sobre el estado de los
derechos de las mujeres en el mundo que, desde luego, nos permite celebrar los
logros alcanzados (duramente, que no se olvide que nadie nos regaló nada)
gracias a las luchas y alianzas de mujeres que nos precedieron, pero que, sobre
todo, nos obliga a seguir luchando, juntas, para reclamar lo que todavía parece
lejano en el horizonte, bien por no haber llegado todavía, bien por haber
retrocedido. Por eso es también, principalmente, una jornada de denuncia.
Ya me
dirán qué tienen que ver con estos objetivos muchas de las actividades que se
organizan en este país desde instituciones gobernadas precisamente por quienes
toman decisiones que suponen retrocesos constantes en los derechos de las
mujeres y/o que obstaculizan su ejercicio. Porque son los mismos responsables
de la reforma laboral regresiva, de los recortes, del desmantelamiento de los
servicios públicos, de reforzar la educación religiosa en detrimento de la
formación en valores de igualdad. Son los que atacan el derecho a la
interrupción voluntaria del embarazo para las más jóvenes y vulnerables. Son
los que, cada vez que se comete un asesinato machista, repiten como discos
rayados que las mujeres víctimas de malos tratos deben denunciar pero al mismo
tiempo legislan en su contra, poniendo el sistema judicial a favor de los maltratadores.
Son los que se niegan a cumplir las condenas internacionales por no proteger a
las niñas y a las mujeres de la violencia de género, como ha sucedido con
Ángela González, que alertó innumerables veces a las autoridades del peligro
que su hija Andrea corría en cada una de las visitas concedidas a su padre,
hasta que éste la asesinó.
Por
eso, por todo eso y más, unas feministas interrumpieron en un acto esta semana
al ministro Alonso y al portavoz popular PP en el Congreso, gritando: «Vuestras
políticas nos están matando». Hernando contestó: «en este país no se mata a
nadie». ¡Serán cínicos!
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