El orgullo ya no es lo que era

Llevo un par de años sin participar en la marcha del Orgullo. No sé si iré mañana. Me pae que no y, la verdad, me preocupa. Durante años mi mes del orgullo era una fiesta ininterrumpida desde principios de junio hasta septiembre. Mejor dicho desde mediados de mayo con mi cumpleaños y el AIDS Walk hasta septiembre. NoHo Pride, Queens Pride, Brooklyn Pride, Long Island Pride, NYC Pride, Asbury Park Pride... no me perdía un Orgullo. Degustaciones de vinos, cruceros y tours a pata por Manhattan, fiestas en los muelles, fiestas y cenas donde todo el mundo va vestido de blanco, barbacoas en casa del alcalde…. no me perdía un sarao LGBT. También me daba tiempo a ser voluntaria en diferentes departamentos del LGBT Center y GMHC, hacer algo de activismo y escribir. Cuando llegaba septiembre estaba para el arrastre.

Este año no he hecho nada. Tengo amigas mayores que me dicen (a) que el Orgullo es cíclico y la gente evita ir por diferentes motivos (desde el tráfico que se agrava hasta tener niños muy pequeños para participar en el Orgullo, que bajar por la quinta avenida con el solano sin poder ir al baño nada más que en tres puntos contactos del trayecto con críos pequeños no es plan) pero siempre regresan, y (b) que siempre voy a las carreras como los caballos y está bien que este año descanse y vuelva el año que viene con más fuerza. Pero volver ¿a qué? Las nuevas generaciones no usan las etiquetas butch y femme. De definirse como “lesbiana” ni hablemos. Ahora todo dios es queer, trans y poli.

Siendo una lesbiana femme, no fluida y bastante borde, mi mayor problema con la marcha del Orgullo de mañana es que no me siento representada por ninguno de los grupos que van:

- no puedo unirme a grupos de lesbianas dirigidos por mujeres queer cuando no directamente heterosexuales. Sólo un puñado de grupos de lesbianas ha marchado cada año desde mi primer Orgullo. Que yo sepa este año no participan muchos grupos boller. El que me viene a la mente está dirigido por mujeres queer y al menos una de ellas tiene fotos en todas las redes sociales donde sale en la cama con su novio. Dejando de lado el hecho de que la palabra queer me moleste, si un grupo de lesbianas está dirigido por mujeres que viven y duermen con hombres, no es un grupo de lesbianas: es un grupo de mujeres bisexuales y/o queer. Que me parece de puta madre pero si tienes un novio en casa, llámate bisexual o queer y monta tu propio grupo o cambia el nombre de tu grupo. Sé consecuente. Claro que si estas le cambian el nombre al grupo pierden el prestigio de bajar por la quinta avenida como organizadoras de uno de los grupos lésbicos más antiguos de Nueva York.

- no me veo en una carroza de un banco como en mi primer Orgullo ni con ninguna empresa (pequeña o grande) que use el Orgullo para colgarse la medalla de modeLnos mientras ignoran a sus empleados LGBT y marginan a la comunidad LGBT el resto del año.

- no puedo marchar con ONGs LGBT que sistemáticamente ignoran a las lesbianas mientras abrazan todo lo que sea trans. Si haces una búsqueda rápida de los centros LGBT más importantes en EEUU y te metes en sus páginas web puedes ver que las lesbianas brillamos por nuestra ausencia. No estamos en las páginas principales ni en los menús de los laterales. Hay que navegar y buscar calendario de eventos para encontrar cualquier cosa remotamente relacionada con nosotras. Los mismos centros LGBT pierden el culo por poner iniciativas/noticias trans en sus páginas. No sé como funciona el tema. No sé si es un tema de que se lo lleven calentito (subvenciones del gobierno y/o donaciones de LGBTs con poderío) o si ha dado la casualidad de que las lesbianas no estamos de moda, mireuste.

Por no hablar del Dyke March que en Nueva York es esta tarde. Este año las Dyke Marchs de Chicago y San Francisco están rodeadas de polémica porque no pueden encontrar voluntarios y/o han dicho abiertamente que las lesbianas ya no son bienvenidas. ¿Nos hemos vuelto locos? ¿tenemos amnesia colectiva? La primera Dyke March fue creada por lesbianas cansadas de que los hombres gay las tratasen como la mierda. Fue una marcha creada por lesbianas, para lesbianas y centrada alrededor de lesbianas. En su momento las creadoras y primeras participantes del Dyke March se enfrentaron a gays (que las insultaban) y heteros (que querían lo mismo que ahora: llevarnos a la cama pa’quitarnos el lesbianismo a pollazos) y ahora nos enfrentamos al movimiento trans que no quiere dejar que tengamos nuestro propio espacio. Ahora también nos enfrentamos a mujeres queer y a organizaciones que se cuelgan la etiqueta de “lesbianas” (por ejemplo Chicago Dyke March) pero al mismo tiempo te sueltan que si no quieres participar en una marcha con hombres mejor te quedes en tu casa por TERF. Con dos cojones, que no ovarios. En Nueva York la cosa no está mucho mejor. Las organizadoras del NYC Dyke Mark llevan ya unos años aceptando manifestantes trans a la chita callando y por supuesto no han dicho nada sobre la controversia de Chicago.

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