Virginie Despentes: "Cada violador es un terrorista que trabaja para sus compañeros"
© El País, Andrea Comas, Virginie Despentes
- “No tenemos que limpiar a
Woody Allen para que su cine sea bueno”
- La escritora francesa
Virginie Despentes publica la última novela de su trilogía, 'Vernon Subutex', y
reedita su ensayo feminista 'Teoría King Kong'
“Siempre me ha impresionado
la similitud entre la parte promocional de mi trabajo y el acto de
prostituirse”. Virginie Despentes lo escribió hace 12 años en su poderoso
manifiesto feminista Teoría King Kong. Hace 27 fue prostituta. Trabajó en una
tienda de discos, fue punki, durmió en la calle, fue violada a los 17 años
cuando hacía autostop, es dj, bebió mucho, dejó de beber y se hizo lesbiana.
Tiene una decena de novelas, muchos premios y tres películas dirigidas. Su
trilogía Vernon Subutex, un diorama social sobre un viejo rockero convertido en
gurú de una subcultura basada en las raves, ha vendido más de 500.000 copias.
La tercera entrega se publica ahora en castellano junto a la reedición de
Teoría King Kong. Despentes (Nancy, Francia, 1969) está de promoción. No le
importa que le pregunten más sobre #MeToo (“una de las cosas más importantes de
las que he sido testigo”) que sobre su novela. Dice “shit” todo el rato. Es
generosa, optimista, risueña. Y hoy la mayoría de sus “clientes”, somos
mujeres.
Pregunta:
¿Le mandan los medios más mujeres periodistas?
Respuesta: Sí, ¿será por el
momento lesbiana...? Con Subutex han vuelto los hombres a las ruedas de prensa.
Bien. Para temas de Teoría King Kong prefiero mujeres. Estoy harta de hablar
con hombres de feminismo, porque la mayoría nunca se ha planteado nada. Es muy
cansado explicar todo desde el principio. Sólo muy recientemente he encontrado
chicos interesados.
P.
Su ensayo habla mucho de la emancipación masculina, la losa de la virilidad, el
feminismo como una aventura colectiva...
R. Y aún así me siguen
preguntando si odio a los hombres... Si lo hiciese, Teoría King Kong sería
mucho más brutal.
P.
Su famoso primer párrafo arranca “Escribo para las feas, las viejas, las
camioneras, las frígidas, las malfolladas...”. Pero la lista continúa durante
páginas e incluye básicamente a cualquiera. Inclusiva hasta con los puteros.
R. ¡Total! Lo escribí
saliendo de la heterosexualidad, convivía todo el rato con hombres. Llevo 10
años sin tocar una polla, imbuida en la cultura lesbiana... Ahora me interesa
menos el tema, pero sigo pensando que es urgente que se cuestionen su
sexualidad.
P.
Hay más señores que prefieren enfadarse con #MeToo.
R. Los señores defienden un
mundo que se acabó. #MeToo es una ruptura, no hay vuelta atrás. Pero el discurso
macho de las jóvenes aún es más ofensivo.
P.
¿Qué opina de la carta de Deneuve y de las otras 99?
R. Shit, es difícil, alguna
de las 99 me gusta... Es un tema de clase alta, de edad y de raza. Defienden el
derecho de sus hombres, sus hijos, sus hermanos, de hacer lo que les da la
gana. Entiendo su crítica al puritanismo pero no veo la relación con #MeToo.
Las feministas no son responsables de que en Facebook no pueda salir una teta o
de que Fóllame [su primera novela, luego llevada al cine] aparezca en e-books
como F*****.
P.
¿Qué hacemos con la obra de artistas ahora denunciados?
R. Lo mío es el rock. El
cantante de Motörhead no es un ejemplo de feminismo, pero me encanta. Bukowski
me gusta, pero no pienso limpiarle el culo: golpeó a su mujer en un programa de
televisión... Woody Allen tiene un problema con las mujeres. Podemos ver sus
películas o no, pero no tenemos que limpiarlo para que su cine sea bueno.
Tampoco hay que pensar que el abuso no es grave, como intentan hacernos ver...
P.
¿Qué le parece el término "terrorismo machista"?
R. Adecuado. La violación es
una forma de terrorismo. Cada violador es un terrorista que trabaja para sus
compañeros. Para una ideología. No todos violan, pero todos disfrutan de la
fuerza que otorga el miedo de la mujer.
P.
Es una defensora del porno, ¿también entre adolescentes?
R. No encontrarás un libro
para adolescentes sobre porno. El problema es la sexofobia, el gueto.
Expliquemos, construyamos un discurso, financiemos películas mejores,
positivas... Hagamos porno guay. Si con 12 años lo ven, tendría que haber un
portal porno para adolescentes.
P.
Los jóvenes tienen ahora multitud de identidades sexuales, que recuerdan un
poco a ese mundo primigenio, sin divisiones de Teoría King Kong. Intersexuales,
no binarios, fluidos...
R. Me encanta. De ahí puede
surgir una crítica a la masculinidad y también nuevas experiencias, porque yo
no tengo ninguna fe en la familia tradicional.
P.
Un nuevo debate sobre el cuerpo femenino: la subrogación.
R. No tengo una opinión
formada, pero toca algo que me interesa: la gratuidad del cuerpo femenino. Si
es un trabajo, hay que pagarlo. Lo que me sorprende es el deseo fanático que
veo a mi alrededor de tener niños. Incluso entre las lesbianas. Shit, ese era
nuestro lujo, nuestro privilegio. ¿Qué os pasa? Es todo propaganda. Mi único
consejo a los jóvenes: no tengáis hijos, somos muchos.
P.
¿Tiene contacto con gente muy joven?
R. Los espío por Internet,
veo lo que escuchan, las series que ven... ¿Pero lo que sienten? Cómo serán las
niñas de 17 ahora, seguro que muy distintas de lo que fuimos nosotras. Lo
tendrán mucho mejor y mucho peor. Ahora tienen internet, mucha más información
de todo y hay tantos personajes públicos interesantes en los que fijarse... En
mi época solo tenía a la Deneuve, que me gusta, pero siempre hacía papeles de
tonta, superpoco interesantes. Yo no podía identificarme con esa señora. Ellas
tienen a Beyoncé, a Lady Gaga, a la cantante de Gossip, a escritoras feministas
negras estadounidenses... Pero al mismo tiempo hay una violencia que yo no he
conocido sobre la "putita". En los ochenta no era bien vista, pero
era posible... Yo lo pasé bien, te las podías arreglar, ahora una chica como
era yo entonces... Shit para una chica hetero ahora ha de ser mucho más duro.
P.
¿Cómo escribe?
R. Fumando, con la música a
tope y en tramos de media hora en los que no me meto en Internet. Es
superdifícil.
P.
¿Mira el odio online?
R. Hace 10 años que no me
googleo. No llevo mis redes sociales. Es demasiado violento, pero creo que se
solucionará, no veo posible que siga, la gente tiene que poder hablar sin ser
amenazada.
P.
¿Sigue mirando el zodiaco cada mañana?
R. Desde los 12 años.
¿Funciona? No tanto. Pero es una forma mucho más fina, más metafísica y
compleja de distribuir a la gente que hombres/mujeres, ricos/pobres.
P.
Se van a cumplir 50 años de Mayo 68. ¿Qué espera de la conmemoración?
R. No espero nada. Me parece
muy difícil para alguien como Macron defenderlo. No veo como se puede celebrar
desde el poder. Y además, ¿queremos realmente celebrarlo? Hoy parece una
derrota. La Francia en la que yo crecí era un país superinspirado; pero ahora
hay una sensación de derrota. El feminismo fue la única esperanza de aquel
movimiento que no fracasó totalmente. Todo lo que se pensó el 68 fue mal, salvo
el feminismo.
P.
¿Puede pasar esto también con el movimiento #MeToo?
R. Yo creo que dentro de 50
años diremos: el feminismo fue realmente la aventura del siglo XX y XXI. Hemos
cambiado el mundo.
P.
Tres ideas muy simples recorren su obra. Primera: la guerra es masculina.
R. Las chicas podemos hacer
la guerra mejor, tenemos la costumbre de no escuchar nuestros deseos y
sacrificarnos... Pero cuando eres el cuerpo que fabrica humanos la idea de
matarlos por millones no te parece tan urgente.
P.
Segunda: es la economía, idiota.
R. Ya lo dijo Pasolini, el
capitalismo es el primer autoritarismo efectivo y mundial. Nacemos con deuda,
somos siervos. Tenemos que salir de ahí, pero ni idea de cómo se hace.
P.
Quizás esté en la tercera idea: lo importante es bailar.
R. [Ríe] De eso va mi
novela... Del intento de crear un espacio libre, donde escapar aunque sea un
par de horas. Es mejor que nada, sí, bailemos.
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